Líderes del G7 inauguran cumbre en Canadá con foco en seguridad global, clima y Oriente Medio

Este lunes 16 de junio dio inicio la 51.ª cumbre del Grupo de los Siete (G7) en Kananaskis, Alberta (Canadá), con una agenda dominada por la escalada bélica entre Irán e Israel, la estabilidad del comercio internacional, la lucha contra el cambio climático y la gobernanza tecnológica.

La cumbre reúne a los jefes de Estado y de Gobierno de Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Japón, además de representantes de la Unión Europea. El anfitrión, el primer ministro canadiense Mark Carney, destacó en su discurso de apertura la urgencia de responder coordinadamente ante «una era de conflictos híbridos, disrupciones económicas y amenazas climáticas simultáneas».

Uno de los primeros encuentros bilaterales fue entre el presidente estadounidense Donald Trump y Carney, donde discutieron medidas de presión sobre Irán, la situación en Ucrania y acuerdos comerciales post-NAFTA. Según Newsweek, Washington busca ampliar el consenso para sanciones adicionales contra Teherán y promover un fondo internacional de reconstrucción para Gaza y el Líbano.

El tema energético fue otro eje clave. Alemania y Francia pidieron acelerar la transición hacia fuentes limpias y fijar límites al comercio de combustibles fósiles con países en conflicto. Por su parte, Japón planteó una «nueva hoja de ruta para el desarrollo de hidrógeno verde en países del sur global».

Respecto a la inteligencia artificial, la UE propuso la creación de un organismo multilateral de regulación de IA, mientras que Italia advirtió sobre “los riesgos de militarización algorítmica sin supervisión ética”.

La cumbre se desarrollará hasta el 18 de junio, con sesiones plenarias temáticas y declaraciones conjuntas previstas sobre paz internacional, impuestos globales, deuda externa en África y gobernanza digital.

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