Impulsado por el debilitamiento del dólar y los crecientes riesgos en Oriente Medio, el oro cotizó hoy en máximos de una semana, reforzando su condición de activo refugio.
En la sesión del jueves, el precio al contado subió un 0,6 % hasta 3 373,09 USD la onza, mientras que los futuros en EE. UU. avanzaron un 1,5 % a 3 393,80 USD. Los inversores buscaron protegerse ante la posibilidad de nuevos enfrentamientos entre Irán e Israel y la decisión de EE. UU. de reubicar parte de su personal en la región, lo que reavivó la demanda de metales preciosos.
El índice dólar cayó a mínimos de dos meses, lo que abarata el oro para tenedores de otras divisas y alentó las compras técnicas tras superar resistencias clave en 3 346 USD. Analistas coinciden en que, además de las tensiones geopolíticas, la publicación de datos de inflación en EE. UU. más flojos de lo esperado reforzó las apuestas a que la Reserva Federal recortará tipos antes de final de año, consolidando el atractivo de los activos sin rendimiento.
En el mercado de metales, la plata ganó un 0,4 % (36,38 USD/oz), el platino subió un 1,2 % (1 271,15 USD/oz) y alcanzó cotas no vistas en cuatro años, mientras que el paladio retrocedió un 1,1 % (1 068,19 USD/oz). Los analistas advierten que la evolución de los datos macroeconómicos de EE. UU. y el devenir de la crisis en Oriente Medio marcarán el rumbo del oro en las próximas jornadas.
Créditos / Fuente
reuters.com