La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) cifra en más de 122 millones el número de desplazados forzosos en el mundo, un récord que se atribuye al agravamiento de conflictos y al descenso de la financiación humanitaria.
Según el informe publicado hoy, el incremento de 2 millones de desplazados respecto al año anterior responde principalmente a las guerras en Sudán, Myanmar y Ucrania, donde la imposibilidad de alcanzar treguas sostenibles mantiene a millones fuera de sus hogares. A pesar del regreso de algunos sirios tras el colapso parcial del régimen de Al Assad, los nuevos flujos superan con creces las salidas, evidenciando una “volatilidad geopolítica sin precedentes” que agrava la crisis humanitaria.
La ACNUR alerta de que la financiación global para ayuda a refugiados ha caído a niveles de 2015, cuando la población desplazada era la mitad de la actual. Países como EE. UU., Reino Unido y varios donantes tradicionales han recortado sus partidas, lo que deja a numerosos campos sin recursos suficientes para atender necesidades críticas: violencia sexual, trata de personas y falta de acceso a servicios básicos.
Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, instó a los Estados a “revertir la tendencia de desfinanciación” y reclamó una respuesta política más decidida que priorice soluciones duraderas, desde acuerdos de paz inclusivos hasta programas de integración en las comunidades de acogida. David Miliband, de International Rescue Committee, advirtió que el colapso de la asistencia podría desencadenar nuevos desplazamientos masivos, traducidos en graves impactos sociales y económicos a nivel global.
Créditos / Fuente
reuters.comes.marketscreener.com