El pasado sábado 29 de junio, dos ciudadanos extranjeros, cuyas identidades aún no han sido oficialmente reveladas, lograron escapar de la cárcel de San Pedro, uno de los centros penitenciarios más emblemáticos y concurridos de La Paz. La fuga se produjo en medio de una distracción generalizada originada por una fiesta comunitaria en las inmediaciones del penal, situación que fue registrada por cámaras de seguridad y difundida por la Agencia de Noticias Fides (ANF).
Según informes preliminares de la Dirección General de Régimen Penitenciario, los internos aprovecharon la aglomeración de personas y el descuido de algunos custodios para saltar uno de los muros perimetrales y evadir los controles. Las imágenes muestran que, durante varios minutos, los reclusos se desplazaron por un sector poco vigilado antes de abandonar completamente las instalaciones.
Las autoridades policiales activaron un operativo de búsqueda inmediata, desplegando unidades tácticas en puntos estratégicos de la ciudad y en las principales vías de salida hacia provincias y fronteras internacionales. No obstante, hasta el momento, no se ha logrado su recaptura y se presume que podrían haber recibido ayuda externa.
La cárcel de San Pedro es conocida por su estructura interna singular, en la que los internos tienen un grado considerable de autogestión y donde existen comercios y espacios habitacionales que simulan una pequeña comunidad. Este contexto, aunque singular en la región, ha sido criticado en reiteradas ocasiones por organismos de derechos humanos y expertos en seguridad penitenciaria, quienes señalan la falta de controles adecuados y el riesgo permanente de incidentes de fuga o violencia interna.
El director nacional de la Policía Boliviana afirmó que se abrirá una investigación interna para determinar posibles responsabilidades del personal penitenciario, así como para identificar las vulnerabilidades logísticas y administrativas que facilitaron la evasión. Además, se solicitó la colaboración de Interpol y de autoridades migratorias, considerando la nacionalidad extranjera de los fugados y el riesgo de que intenten abandonar el país.
Este episodio reaviva el debate sobre la situación de los recintos carcelarios en Bolivia, donde la sobrepoblación, las deficiencias estructurales y la falta de recursos humanos capacitados continúan siendo desafíos críticos para el sistema de seguridad y justicia.