La ciudad de La Paz amaneció este 4 de junio con paralizaciones en vías estratégicas, filas en el sistema de teleféricos y enfrentamientos localizados, mientras organizaciones sociales y sindicatos del transporte se movilizan para exigir abastecimiento de carburantes y freno al encarecimiento de la canasta familiar. Los manifestantes anuncian su ingreso al centro político del país y advierten con radicalizar las medidas si no hay respuesta gubernamental.
Las protestas comenzaron antes del amanecer en accesos clave desde El Alto y se extendieron a la zona Sur y la avenida Mariscal Santa Cruz, provocando desvíos de rutas y suspensión parcial del transporte público terrestre. El flujo hacia la terminal de buses quedó interrumpido y varias salidas interdepartamentales fueron canceladas por la administración del recinto ante la imposibilidad de garantizar seguridad en carretera.
Con la circulación vehicular mermada, miles de ciudadanos optaron por el teleférico; la afluencia duplicó el promedio habitual y generó colas visibles en las estaciones de las líneas Roja y Amarilla, según reportes de la operadora estatal Mi Teleférico. Entre tanto, en al menos tres barrios de El Alto se registraron disputas entre conductores y piquetes de protesta que derivaron en daños a vehículos y breves choques con piedras y palos, sin reporte oficial de heridos graves.
Los gremios movilizados —principalmente choferes sindicalizados y juntas vecinales— atribuyen la protesta a la escasez intermitente de diésel y gasolina, la subida de hasta 25 % en repuestos y un alza promedio del 12 % en alimentos básicos en los últimos tres meses. “La gente no aguanta más; si no hay combustible, sube todo”, declaró a la prensa Juan Carlos Condori, dirigente de la Federación de Transportistas 1.º de Mayo, antes de iniciar la marcha desde la Ceja de El Alto hacia Plaza Murillo.
La manifestación confluirá con otras columnas convocadas por juntas escolares y organizaciones de mercados populares que reclaman un plan de estabilización de precios. El objetivo, según los organizadores, es entregar un pliego petitorio al presidente Luis Arce que incluye: (1) regularización inmediata del suministro de carburantes, (2) creación de un fondo de compensación para insumos de transporte, y (3) control de intermediarios en la cadena alimentaria. Voceros advirtieron que, de no mediar un compromiso formal, los bloqueos “serán indefinidos” y podrían replicarse en otras capitales departamentales.
El Gobierno, que hasta el cierre de esta edición no emitió un pronunciamiento oficial, afronta desde inicios de mes una seguidilla de protestas económicas y políticas: reportes periodísticos identifican al menos seis sectores en conflicto —entre transportistas, cocaleros, maestros urbanos y funcionarios de salud— que evalúan acciones sincronizadas para las próximas semanas opinion.com.bo. Analistas sostienen que la convergencia de demandas económicas y la disputa interna en el Movimiento al Socialismo (MAS) por la inhabilitación electoral de Evo Morales potencian la incertidumbre social; el Gobierno, por su parte, ha anunciado que se “hará uso de la ley” para garantizar la circulación de bienes esenciales.
Mientras la columna principal avanza, la Policía desplegó anillos de seguridad en inmediaciones de la Plaza Murillo y activó un plan de desvíos peatonales. La Defensoría del Pueblo instó a “preservar el derecho a la protesta sin vulnerar el acceso de terceros”, y llamó a una mesa de diálogo entre el Ministerio de Economía, la Agencia Nacional de Hidrocarburos y los sectores movilizados.
Créditos / Fuente
ATB Digital, OPINIÓN, ANF, El País, 4 de junio de 2025.