El Ministerio de Salud de Bolivia declaró emergencia sanitaria nacional el 24 de junio de 2025, en respuesta a un brote activo de sarampión que ha alcanzado los 60 casos confirmados, duplicando la cifra reportada la semana anterior. La enfermedad se ha expandido rápidamente en Santa Cruz, con casos adicionales en La Paz y Potosí, lo que ha obligado al gobierno a implementar medidas de contención urgentes.
La medida, adoptada oficialmente por resolución ministerial, fue anunciada por el titular del Ministerio de Salud, Rubén Colque, quien explicó que la declaración de emergencia permite una movilización acelerada de recursos humanos, logísticos y financieros para frenar el brote de sarampión, enfermedad considerada eliminada en Bolivia desde 2000. Sin embargo, el reciente incremento de casos evidencia una reintroducción del virus, atribuida a la caída de las tasas de vacunación en los últimos cinco años.
Según datos recopilados por Infobae, la cifra de infectados pasó de 28 a 60 casos en menos de una semana, lo que encendió las alertas sanitarias. El 65 % de los casos corresponden a niños menores de 10 años que no habían recibido la vacuna correspondiente contra el sarampión, la rubéola y la parotiditis (SRP). Página 12 reportó que las autoridades han identificado como epicentro del brote el municipio de La Guardia, en el departamento de Santa Cruz, aunque también se han confirmado contagios aislados en zonas periurbanas de La Paz y áreas rurales de Potosí.
El gobierno ha dispuesto un plan de acción inmediata que incluye la reactivación de brigadas de vacunación, control epidemiológico casa por casa, intensificación de campañas informativas y la provisión de vacunas a centros educativos, unidades de salud y puntos móviles de atención. Además, se ha instruido a los gobiernos subnacionales la reprogramación temporal del calendario escolar en las zonas más afectadas, con el objetivo de evitar la propagación en ambientes escolares cerrados.
Rubén Colque declaró que “la emergencia sanitaria no implica pánico, sino acción coordinada. Estamos movilizando todos los esfuerzos del sistema nacional de salud para cortar la cadena de transmisión y evitar que esta enfermedad resurja en todo el país”. Asimismo, se habilitó una línea gratuita para reportes de casos sospechosos y se inició la distribución gratuita de medicamentos antipiréticos y suplementos vitamínicos a las poblaciones vulnerables.
Organismos internacionales como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y UNICEF han ofrecido apoyo logístico, incluyendo el refuerzo de la cadena de frío para la conservación de vacunas y el envío de expertos para la vigilancia epidemiológica. Voceros de la OPS en Bolivia señalaron que la situación es “preocupante pero contenible”, siempre que se logre una cobertura de inmunización superior al 95 % en menores de cinco años en las próximas semanas.
En 2023, Bolivia había reportado apenas dos casos aislados de sarampión importado. No obstante, las interrupciones en campañas de vacunación durante la pandemia de COVID-19 y las brechas de cobertura en zonas rurales han generado condiciones propicias para un rebrote sostenido, según expertos en salud pública.
La declaratoria de emergencia sanitaria permanecerá vigente al menos 90 días, sujeta a evaluación epidemiológica permanente.
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